Ristra de abalorios. Las dos palabras que construyen este título tienen su miga y nos sugieren qué vamos a leer. La ristra primera que viene a nuestra mente es la de ajos, aquella que nos protege de los vampiros, materia de Conferencia de vampiros, el primero de los libros escrito pero el último de los que conforman esta recopilación de abalorios. Y eso, abalorios, nos sugiere una joyería de mentiras, pero no falsa. Para Francisco Segovia el relato es un espacio de juego lúdico que en cierta manera lo libera de la densidad de la poesía y el ensayo, otros géneros que ha frecuentado y que, sin embargo, le propone, aunque no lo obliga, a respetar normas y códigos de la tradición cuentística. Con una prosa versátil Segovia usa las anécdotas para provocar una vuelta de tuerca, nunca la última,