El panorama esbozado en Golpe incomoda porque desnuda el lado grotesco de la naturaleza humana, y presenta el sufrimiento del cuerpo que se deteriora, de la consciencia atrapada y de las relaciones interpersonales en las que nunca faltan las zonas oscuras […] Golpe es un llamado a una compasión profunda, que no nace del deber ser de la moral sino de la empatía entendida como percepción del prójimo, de la subjetividad en sufrimiento. El poeta logra esta conexión a través de una voz que parece impasible, a veces irónica e incluso sarcástica, que no reprende abiertamente, sólo presenta, no magnifica y no enarbola su decir, sólo da testimonio, llama.